Cinco consejos para lucir un escote de escándalo

Escote de escándalo

He estado a punto de hacerlo, pero no me atrevo a decir que «Winter is coming» porque no quiero ponerme en plan Juego de Tronos, que es una pesadez: hubo unos meses en los que no eras nadie si no te habías leído las obras completas de Daenerys Targaryen. Un desastre.

Además, aún nos quedan unos días de veranito, buenas temperaturas y ropa escotada. Así que en este post os voy a dar cinco consejos para lucir un escote del que puedas presumir.

Como normas generales, valgan estas dos:

– Si tu cuerpo está hidratado, tu escote también lo estará. Verdad de perogrullo, ¿no? Por desgracia, es frecuente que la olvidemos: bebe agua abundante.

– Hidrata tu escote al tiempo que tu cara, con una crema adecuada y al menos dos veces al día, por la mañana y por la noche.

Pero a veces eso no es suficiente, así que aquí van los cinco consejos prometidos:

  1. Aprovecha la ducha para mejorar la zona: alterna sobre el pecho chorros de agua fría con chorros de agua caliente, y acompaña la ducha escocesa con un masaje circular en torno a los senos. El tratamiento sirve para activar la circulación de la zona, algo que redunda en beneficio no sólo del pecho sino también del escote.
  2. La del escote es una piel muy delicada, pero eso no significa que no haya que someterla a los mismos tratamientos enérgicos que aplicamos en otras partes del cuerpo. La cara, sin ir más lejos. Hazlo con cuidado, y por supuesto con un producto adecuado (valdrá el mismo que utilizas para el rostro) pero exfolia la piel del escote.
  3. Aunque quizá este consejo llega tarde, protege el escote del sol con protección solar elevada.
  4. La suerte del escote va estrechamente ligada a la de los senos. De ahí que sea importante mantener el busto firme mediante una serie de ejercicios físicos que realizarás de manera regular. Si acudes a un gimnasio, ellos te dirán qué es más adecuado, pero ya en casa puedes ponerte a ello:
    • – Haz ejercicios con pesas (de unos dos kilos). Este es muy sencillo: levanta el brazo hacia el techo y bájalo, despacio, y en tres series de 10 repeticiones.
    • – Haz flexiones, como las de los marines, en el suelo o apoyándote en un banco, o en una mesa baja… además de fortalecer los pectorales, trabajarás los músculos de los brazos.
  5. Utiliza sujetadores adecuados. Lo sé, elegirlos bien es una pesadilla: tienen que ser cómodos, del tamaño adecuado; con tirantes reforzados si tienes el pecho grande, para que no te hagan marcas en los hombros; que se ajusten a tu contorno de manera firme pero amable.

Confío en que estos consejos te sirvan. Y permíteme que añada uno: disfruta del veranito que aún nos queda 😉